Su historia: El 20 de noviembre del 2010 encontramos en una estación de servicio de Moreno a un simpático perrito, las chicas que trabajaban ahí le daban de comer entonces el se quedaba, pero nadie podía llevárselo. Sabiamos que si no hacíamos algo por el tal vez al otro día ya no iba a estar asi que lo trajimos para el refugio, de camino miramos el santoral y justo era San Basilio, así que le quedó ese nombre. Nunca se fue del refugio, nunca tuvo la oportunidad de conseguir su propio hogar y se hizo viejito. El es muy feliz, siempre estuvo suelto en parques corriendo!!Ahora está en nuestro grupo de perritos que reciben terapias fisiatricas y acupuntura. Esta buscando padrinos que lo ayuden a poder solventar los gastos de sus terapias y para garantizarle su bienestar hasta el último de sus días!